Contenido
- 0.1 ¿Por qué algunas personas no quieren llevar la bandera de España, según la psicología?
- 0.2 Las personas que usan el color gris son más sabias y elegantes que el promedio, según la psicología
- 0.3 ¿Qué significa poner en casa un árbol de Navidad en lugar del Belén, según la psicología?
- 1 La psicología de la anticipación emocional: decorar antes de la Navidad
Cada año, la Navidad parece adelantarse un poco más. Desde finales de noviembre y a menudo antes del 8 de diciembre, muchas personas ya han comenzado a decorar sus hogares con luces, árboles y adornos navideños. ¿Qué impulsa a estas personas a adelantar la decoración navideña? Desde un punto de vista psicológico, este comportamiento refleja una serie de motivaciones emocionales y cognitivas. Decorar antes de tiempo no solo genera un ambiente festivo, sino que también tiene efectos directos sobre el bienestar mental, la nostalgia y la búsqueda de consuelo emocional.
Cada año, una fracción de las personas comienza a decorar su hogar para la Navidad semanas antes de la fecha oficial. Mientras que, para muchos, las decoraciones comienzan a ponerse el 8 de diciembre o justo antes del 24, hay quienes no pueden esperar tanto para llenar su espacio con luces, árboles y adornos navideños. Para la psicología, quienes decoran antes de Navidad suelen hacerlo para experimentar los efectos positivos de la anticipación. La Clínica de la Ansiedad explica que «la anticipación es un proceso cognitivo, imaginario, que prevé las consecuencias de un posible discurrir de las cosas, sobre la base de la experiencia y otras fuentes de conocimiento. Va desde un proceso rápido, intuitivo, automático, hasta un proceso de predicción elaborado y deliberado». Para muchas personas, ver luces brillantes o montar un árbol representa un acto de autocuidado emocional, un modo de alejarse del estrés cotidiano.
Una de las principales razones por las que algunas personas eligen decorar antes de la Navidad está relacionada con la anticipación emocional. Según el Colegio de Psicólogos de Argentina, «la anticipación es un proceso psicológico en el que participamos para prepararnos mentalmente para un resultado determinado que esperamos que suceda en el futuro».
Asimismo, la institución afirma que la anticipación juega un papel fundamental en nuestras vidas, ya que nos permite planificar, establecer metas y objetivos, y tomar decisiones informadas. «Cuando anticipamos eventos positivos, nuestro cerebro libera dopamina, un neurotransmisor asociado con los sentimientos de placer y recompensa. Esto nos motiva a ser precisos en nuestras predicciones y nos refuerza cuando nuestras expectativas se cumplen».
La Navidad está asociada con sentimientos de alegría, familia, celebración y descanso. Decorar el hogar con adornos, luces y otros elementos navideños ayuda a las personas a sumergirse en esa atmósfera cálida, relajante y festiva.
Las luces brillantes y los adornos coloridos evocan sensaciones de bienestar, lo que explica por qué quienes decoran antes pueden experimentar un aumento en su felicidad. Este comportamiento refleja una necesidad de estar rodeado de lo que se percibe como positivo y reconfortante, y puede proporcionarles un pequeño refugio emocional antes de que llegue la fecha oficial.
La nostalgia como motor psicológico
La nostalgia es otro factor psicológico clave que impulsa a algunas personas a decorar antes de Navidad. La Universidad de Manizales afirma que «en estas festividades afloran muchos recuerdos, tanto felices como tristes; y la nostalgia es una inquilina que llega -a veces- acompañada de llanto, ansiedad, irritación y añoranza».
Para muchos es una época del año cargada de significados emocionales y recuerdos de la infancia. Las decoraciones navideñas evocan imágenes de momentos familiares especiales, tradiciones de años anteriores y experiencias compartidas que contribuyen a un sentimiento de calidez emocional.
Al decorar antes de tiempo, las personas tienen la oportunidad de revivir esos recuerdos, conectar con el pasado y reconectar con la sensación de seguridad y comodidad que estas tradiciones proporcionaban en su juventud. En tiempos de estrés o incertidumbre, la nostalgia puede convertirse en una poderosa herramienta de consuelo, ya que permite crear un ambiente familiar y afectivo que calma la ansiedad y el malestar emocional.
«Hay entonces que echar mano de la voluntad para poder expresar lo que se siente y, además, para no quedarse todo el tiempo mirando hacia atrás, porque quienes se quedan en el pasado, no viven el presente y tampoco se proyectan al futuro. Es importante y sano, darse tiempo para pensar que por estar añorando a los que no están, se deja de compartir con quienes sí están presentes. Así pues, a la nostalgia se le puede dar un giro y convertir estas festividades en momentos para agradecer, recordar con amor, perdonar, soltar y dejar ir. La búsqueda de control y estabilidad emocional», aconseja la institución.
Personalidad y comportamiento decorativo
Desde una perspectiva de personalidad, quienes decoran antes de Navidad suelen compartir ciertos rasgos. Las personas extrovertidas, que disfrutan de la interacción social y de compartir momentos festivos con amigos y familiares, son más propensas a adelantarse a la Navidad. Para ellos, la decoración anticipada no solo significa disfrutar del ambiente festivo, sino también comenzar a preparar su hogar para recibir a otros.
Por otro lado, las personas con una personalidad introvertida también pueden decorar antes de Navidad, pero sus razones son distintas: la decoración anticipada puede ser una forma de crear un refugio emocional, un espacio donde se sientan tranquilos y reconectados con las tradiciones personales o familiares.